viernes, 9 de diciembre de 2022

LO QUE YA SE VENÍA, SUCEDIÓ

Lo que está sucediendo en el Perú abrió el seguro del corral de los “anal - istas” de  las peores especies. También algunos plumíferos de la prensa hacen de las suyas con la desgracia del pueblo peruano.

Lo que sucedió en el Perú confirmó lo que sosteníamos a partir de nuestra lectura objetiva de la lucha política (lucha de clases y pugna de las facciones interburguesa terrateniente por la alternabilidad en el ejercicio del viejo poder) post lucha armada del MRTA y de la Guerra Popular del PCP. Para comprender la crisis del sistema político tradicional en el Perú, es fundamental no soslayar lo que empezó a desarrollarse a partir del 17 de mayo de 1980 y a partir del 1984. Porque, la derrota de estos movimientos armados, dio lugar al retroceso de la lucha de los trabajadores y del pueblo peruano en sus objetivos estratégicos, y en consecuencia significó la victoria de todas las facciones de la burguesía y los terratenientes y del imperialismo, principalmente el imperialismo yanqui.  Los trabajadores y pueblos del tercer mundo sintieron las secuelas de lo que sucedió en el Perú, porque tenían las esperanzas que desde de la cordillera de Los Andes se proyectaría una tercera ola revolucionaria.

Desde Fujimori y todos los posteriores presidentes del Perú (incluyendo al “Cholo” Toledo) desplegaron una política antipopular y neoliberal fundado en la corrupción oficial que beneficio a las facciones de la burguesía y terratenientes, las que siempre pugnaron entre sí,  por hacerse del viejo poder político estatal, y desde luego que se hizo con mayor intensidad y virulencia a partir de la derrota de los movimientos armados. La crisis económica peruana, la pobreza, el desempleo, y etc. fueron aprovechados por todos los politiqueros, incluyendo los movimientos nacionalistas y populistas, pero, sin plantear programas de gobierno para consumar profundos cambios radicales en la estructura de la sociedad peruana.

Los trabajadores y el pueblo peruano continuaron con sus esfuerzos y sacrificios para forjar una dirección democrática y revolucionaria, la que no pudo ser posible por la falta de idoneidad de la izquierda reformista y oportunista que aún se encuentran extraviados en la bruma de sus aspiraciones erráticas, con tal de no asustar a la reacción y al imperialismo, en lugar de asumir posiciones avanzadas en dirección de dotarse de un instrumento político clasista y revolucionario. Siempre se caracterizaron por asumir posiciones capituladoras y conciliadoras con los detentadores del viejo poder político estatal.  Es así que surgió Patria Libre con una ideología conservadora del viejo orden que luego postulo a Pedro Castillo a la Presidencia, que como sabemos el 2021 obtuvo el primer lugar en la primera vuelta y en la segunda vuelta logra el 50.13% consiguiendo de esta manera derrotar a la Fuerza Popular de KeiKo Fujimori.

Como no podía ser de otra manera, el pueblo peruano creía que el gobierno de Pedro Castillo sería un gobierno que expresaría los intereses nacionales y populares, incluyendo alguna izquierda con un pasado guerrillero que en un principio ocupo la cancillería. Ni que decir, algunos izquierdistas despistados de nuestro país, en algazara, convencidos estaban que Pedro Castillo sería otro Evo Morales y que también se daría un proceso de cambio en el Perú (hasta abrieron oficinas en Cuzco). ¡Nada de eso sucedió!

Pedro Castillo (de personalidad pusilánime, vacilante, genuflexo y etc.), al inicio de su gestión, empezó a alejarse de Patria Libre, se prosternó ante las presiones de la reacción, cediendo posiciones hasta que fue obligado a echar de la cancillería al legendario otrora guerrillero Bejar. Y así, continuó cediendo y haciendo concesiones, cambiando ministros y permitiendo que el Congreso, al que debió haber disuelto al principio, le aterrorice con declaratorias de vacancia presidencial. En suma, en lugar de apoyarse en su pueblo que le había permitido una inédita victoria electoral, intentó apoyarse en la reacción, que como conocemos históricamente en la lucha política, al final dará el zarpazo final. Así fue.

Algunos cándidos, le atribuyen la culpa a la Constitución Política Peruana por ser ambigua o imprecisa, etc, No comprenden que la Ley Fundamental fue hecha precisamente para impedir que desde el viejo sistema político tradicional ningún gobierno popular o populista pueda hacerse en su totalidad del viejo poder político estatal. ¡Fue diseñado para eso!  

Lo demás son momentos episódicos del aborto de un gobierno populista conservador que debido a su política capituladora, colaboracionista y conciliador con la reacción, tuvo que finalmente Pedro Castillo, ser suspendido-derrocado por un Congreso de mayoría reaccionaria y oportunista. Y por cierto, quien gana no solamente son las facciones burguesas y de terratenientes, sino también los intereses geopolíticos del imperialismo norteamericano, en una coyuntura internacional de pugna Inter imperialista por la hegemonía mundial entre la superpotencia imperialista yanqui y la potencia emergente de Rusia y China. Claro que es una derrota para el pueblo peruano, y tendrá sus secuelas inevitables para el resto de los países de América Latina, y en la coyuntura internacional resulta siendo favorable a la geopolítica norteamericana, y muy probable que intente recuperar mas espacios en el resto del continente, porque mas que nunca, necesita de los recursos naturales de los países del tercer mundo.

 Por lo demás, la crisis política en el Perú, se acentuará, y es más probable que se reproduzca el sistema político tradicional a partir de unas elecciones generales, dependiendo de la dinámica de la lucha política, y de la resistencia del pueblo peruano frente a la restauración de algunas o todas las facciones de la burguesía y terratenientes en el poder del viejo Estado peruano en crisis.

 

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