CONTRADICCIONES

 El carácter de la lucha política en nuestro país, es democrática y de ninguna manera es revolucionaria, razón por la que no es posible debatir sobre las formas de lucha armada, a diferencia de la lucha política de la década del sesenta y setenta, cuando  se debatía la posibilidad de la lucha armada para la toma del poder político estatal. Por ejemplo, en el documento de la tesis política del PCB, no se descartaba la vía armada para materializar la revolución, empero, desde una concepción de la lucha de masas, de tal forma  que se descartaban aquella otras formas ajenas a ella.

Desde el año 2009  se vive otra fase de la lucha política en el país, como consecuencia de la reorganización del viejo Estado bajo una nueva forma estatal: el Estado Plurinacional, el cual se caracterizó en lo fundamental por un conjunto de reformas en la superestructura de la sociedad, entre las cuales está el reconocimiento constitucional  de la existencia precolonial de los pueblos y naciones de nuestro país, así también el reconocimiento de sus instituciones, territorios, idiomas, saberes y conocimientos ancestrales, etcétera. Sin duda alguna, los pueblos y naciones aún oprimidas, según mi punto de vista, irrumpieron en el escenario de la lucha política como protagonistas del conjunto de reformas  que, desde luego, son incuestionablemente progresistas.

El sistema político tradicional fue sustituido por otro sistema político que se caracteriza no tanto por la presencia de Partidos Políticos de derecha o de la izquierda, sino por los movimientos sociales que fueron nucleados políticamente como la base social del Movimiento al Socialismo (MAS), el cual sin duda alguna, llegó a articular y cohesionar a las organizaciones de los movimientos sociales. En la historia de la lucha política en nuestro país, aquello jamás había sucedido, de ahí que los partidos tradicionales que no son del campo popular, no tuvieron otra alternativa de organizarse sobre la base de "agrupaciones ciudadanas", "comités cívicos", "plataformas ciudadanas", etcétera.

Ahora el MAS está atravesando una situación de crisis interna que amenaza su unidad orgánica y política, debido a la existencia de contradicciones internas entre el liderazgo de Evo Morales y el actual Presidente Constitucional, Luis Arce Catacora, cuyas causas son múltiples y hasta complejas debido al l accionar de sus protagonistas, y desde luego por sus seguidores, respectivamente. Las contradicciones internas en una organización política partidaria, al menos en nuestro país, siempre existieron, Existen muchos ejemplos que se puede dar desde la fundación de la República de Bolivia. 

Dialécticamente estas contradicciones pueden ser antagónicas o no antagónicas. En el caso de las contradicciones internas en el MAS, no son antagónicas, y aún cuando pudiera consumarse una división o escisión política,  en el campo del accionar político estratégico en los hechos, dada su forma de entender y asumir la lucha amtimperialista, indudablemente apuntarán al enemigo principal desde sus trincheras de lucha, lo que nos hace razonar que aún así, la división o escisión (si es que se materializa) no tiene un carácter antagónico por el hecho de su posicionamiento desde el campo popular. Sin embargo, tengo el criterio de que aquello de la división o escisión está lejos todavía de ser una posibilidad real, al menos por el momento.