Los que se templaron como el acero en las gloriosas columnas de Korchaguine, se están yendo, sin haber renegado ni abjurado jamás de su condición de rebeldes contra la decadente, degenerada, podrida y corrupta sociedad. Pero, germinarán en las nuevas generaciones de jóvenes insurrectos que comandarán a millones de los de abajo para tomar el cielo por asalto para el barrimiento del viejo orden...algún día...
Tal vez seamos unos extraños para nuestros adversarios, detractores, quebrados, traidores, arrepentidos y toda la fauna reaccionaria; tal vez seamos unos guerreros solitarios (algunos tal vez desde nuestros sótanos), pero, aún así, reafirmamos con firmeza inquebrantable nuestra convicción irrenunciable para cumplir la directiva de !Ni un paso atrás!
Como dijera nuestro poeta insurrecto, que se fue hacia un mes atrás:
“Y yo, en la oscuridad, tal vez en el olvido, con mis amigos de siempre, camaradas sin medallas, con todos sus defectos y los míos, pero miles, millones….
Derribaremos las murallas, los barrotes del odio, la opresión, como lo hicimos, lo hicieron, los combatientes eternos, invencibles.”
(Ramiro Barrenechea)
Huracán Ramírez y Elvira Cuellar, seguiremos por el sendero que, cuando aún muchachos nosotros, nos señalaron.
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